"¡pero eso sí! y en esto soy irreductible no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar."

sábado, 24 de mayo de 2014

De confesiones.

Un diario íntimo no funciona mejor. Sepan disculpar.

Me jode la gente facha, pero más me jode la gente facha con la que convivo a diario.
No tienen ni un grado de sensibilidad con nadie, todos son unos bichicomes y unos sucios sin historias ni sentimientos que mejor habría que matarlos. Hablando de pobres, claro. Esos que no sirven para nada, esos que estorban y nos ensucian la imagen de la ciudad. Los faloperos, borrachos, delincuentes de profesión, por gusto, para asustar a la señora que los mira con terror desde su megacamioneta con calefacción, pobre señora, quién estará cuidando sus hectáreas del campo con estos bichos sueltos por cualquier lado.

Y es muy sencillo estar degradando la dignidad de cualquier ser humano desde el calor de una casa con estufa a leña, con un té que humea y la panza llenita, ¿no?
Pero lo peor de todo es que su corazón está tan apagado, tan mimetizado con el egoísmo crónico, que simplemente uno se da cuenta que esa gente no sirve para nada y que hay que encogerse de hombros e intentar no ponerse a llorar.